morí quemada en la hoguera.
Aquellos tiempos eran una época rara. Convulsionada.
Mataban a la gente por idioteces y, como no había cine, la gente se ponía su mejor ropa y asistía al evento.
Se masturbaban los tipos mientras prendían los leños.Las solteronas buscaban novio.
Cuchicheaban en la fila las amas de casa.
A mí me quemaron por tener sueños extraños y ser lo suficientemente ignorante para contarlos.
Una vez soñé con gente mirando cosas cuadradas y brillantes con cierto poder hinóptico.
Otra, que las mujeres usaban polleras tan pero tan cortas que las piernas les relucían como piel de serpiente.
Soñé con gente con la piel escrita para siempre, con garabatos sin sentido.
Y con un ratón enorme con un moño corbata.
Soñé que en esa época Dios estaba muerto y a nadie le importaba.
Si quieren ver el trabajo de Rodrigo Luján con estos textos:
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtyx-StO6GGsWNRr-h2wQcBWPzguIibZTUimz704HxqAuO9AWOmJVkrf65nr94uHa-f-Krtz7JTAtgoeCHfKi_SpaY5JT8frgFqCXhlZEYLtXnCk7rOGKrIWVWeSzFV0KlapH3/s1600-h/Recuerdos-P-01.jpg
5 comments:
buenísimo, vivs!
Gracias, Be!!
Aplausos!
Tampoco para tanto!!
"... gente con la piel escrita para siempre..." Muy, pero muy bonito. Bien, saludos.
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